Todos los medios de comunicación en el mundo han dado la noticia del lamentable fallecimiento de la leyenda del cine, Angela Lasbury.
La actriz, cuya carrera de 75 años abarcó triunfos en la gran pantalla, en el teatro musical y en la televisión, murió en su casa de Los Ángeles el martes, según anunció su familia en un comunicado obtenido por Variety. Tenía 96 años, cinco días antes de cumplir los 97.
Nominada a tres Oscar, ganó siete premios Tony y tiene el récord de nominaciones a los Emmy como actriz con 12 por su papel en «Murder, She Wrote».
Tan honrada como en el cine y el teatro, Lansbury alcanzó su mayor popularidad en la pequeña pantalla. En 1984 se metió en un papel que originalmente se había ofrecido a Jean Stapleton: la acerada novelista de misterio Jessica Fletcher en «Murder, She Wrote» de la CBS. La serie se convirtió en una cita televisiva para sus seguidores los domingos por la noche, y se mantuvo durante 12 temporadas de gran audiencia. La actriz obtuvo cuatro Globos de Oro por su papel. Entre 1997 y 2003, repitió el papel en cuatro telefilmes.
Descubierta cuando aún era adolescente por el dramaturgo y guionista John Van Druten, Lansbury consiguió una nominación al Oscar como mejor actriz de reparto por su primer papel, como la intrigante criada Cockney junto a Charles Boyer e Ingrid Bergman en la película de suspense de George Cukor de 1944 «Luz de gas».
El director Cukor escribió más tarde que su ascenso instantáneo al estrellato fue «una historia de Cenicienta». El primer día de rodaje, a pesar de que sólo tenía 17 años y ninguna experiencia, fue inmediatamente profesional. Se convirtió en una pequeña empleada doméstica, incluso su rostro pareció cambiar. De repente, estaba viendo una actuación de cine de verdad».
Repitió como candidata al Oscar de actriz de reparto con su tercer largometraje, «El retrato de Dorian Gray» (1945), por el que consiguió un segundo premio de actriz de reparto interpretando a la malograda intérprete de music hall Sibyl Vane en la adaptación del cuento de terror de Oscar Wilde.
Lansbury consiguió un contrato con la MGM y apareció en películas de gran repercusión como «Hasta que las nubes pasen» (1946), «State of the Union» (1948) y «Los tres mosqueteros» (1948). Hizo apariciones memorables en dramas de los años 50 como «The Long, Hot Summer» (1958) y «The Dark at the Top of the Stairs».
Lansbury demostró una habilidad única para interpretar a personas mayores que su edad, especializándose en matriarcas de mano dura. En 1961, cuando cumplió 36 años, interpretó a la madre de Elvis Presley, de 26 años, en «Blue Hawaii». Al año siguiente, interpretó el papel de la malévola madre del ex militar con el cerebro lavado Laurence Harvey (que era sólo tres años menor que ella) en el thriller de la Guerra Fría de John Frankenheimer «El candidato de Manchuria». Por su interpretación, obtuvo su tercera nominación al Oscar como actriz de reparto.
Lansbury se estrenó en Broadway con la comedia francesa «Hotel Paradiso» (1957), y obtuvo buenas críticas en el drama de Shelagh Delaney «A Taste of Honey» (1960). En 1964, apareció en «Anyone Can Whistle», de Stephen Sondheim y Arthur Laurents. La sintonía fue un rápido fracaso, durando sólo nueve representaciones, pero sería la última vez que fracasaría en la Gran Vía Blanca.
Dos años más tarde, asumió el papel principal de «Mame», la adaptación musical (de Jerry Herman, Jerome Lawrence y Robert E. Lee) de la novela autobiográfica de Patrick Dennis sobre la vida con su tía rica y alocada (fue un éxito cinematográfico en 1958 para Rosalind Russell).
Ganaría tres Tonys más en la misma categoría: en «Querido mundo» (1969), una adaptación de «La loca de Chaillot» de Jean Giraudoux, realizada por los creadores de «Mame»; como Mama Rose, un papel que había originado en una reposición londinense, en la producción de Broadway de 1974 de «Gypsy», la biografía musical de la ecdística Gypsy Rose Lee de Sondheim, Laurents y Jule Styne; y en el musical de Sondheim y Hugh Wheeler «Sweeney Todd, el barbero demoníaco de la calle Fleet». » Recibió un quinto Tony, a la mejor actriz principal en una obra de teatro, como Madame Arcati en la reposición de 2009 de la comedia sobrenatural de Noël Coward «Blithe Spirit».
En un repaso a la carrera de Lansbury en 2019, Tim Gray, de Variety, señaló sobre «Murder, She Wrote» que «el espectáculo se basaba en la inteligencia, la integridad y la calidez de Lansbury, que ninguna actriz puede fingir. Eso es lo que el público respondía; aunque había ingeniosas tramas de misterio, con un montón de estrellas invitadas cada semana, la serie descansaba directamente sobre los hombros de Lansbury».
Lansbury fue galardonada con un Oscar honorífico en 2013 y con los premios a la trayectoria profesional del Sindicato de Actores (1997) y de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (2003). La Reina Isabel II la nombró Comandante de la Orden del Imperio Británico en 2014.
Nació el 16 de octubre de 1925 en Londres; su madre, Moyna Macgill, era una actriz de origen irlandés que participó en producciones del West End y tuvo papeles en más de dos docenas de películas inglesas y estadounidenses. Sus hermanos gemelos Bruce y Edgar se convirtieron en productores de cine y televisión. Era una ávida aficionada al cine y comenzó a estudiar música y actuación en su adolescencia.
Tras el comienzo del bombardeo nazi, la madre de Lansbury la trasladó a ella y a sus hermanos pequeños a Estados Unidos. Se establecieron en Nueva York, donde Lansbury estudió interpretación con una beca. Se unió a su madre durante una gira por Canadá y trabajó brevemente como intérprete en un club nocturno. Macgill y su familia se trasladaron finalmente a Los Ángeles. Allí, Lansbury conoció a Van Druten -cuya obra «I Am a Camera» se convirtió en la base del musical «Cabaret»- en una fiesta organizada por su madre.
Su éxito inmediato en «Gaslight», que le valió un Globo de Oro a la mejor actriz de reparto, le valió un contrato con la MGM. Durante su pacto con el estudio, fue cedida a la Paramount para el melodrama «The Private Affairs of Bel Ami», que la reunió con el director de «Dorian Gray», Arthur Lewis, y el espectáculo bíblico de Cecil B. DeMille «Sansón y Dalila» (1949).