Uno de los momentos más esperados en la ceremonia de los Óscar, fue la presentación de Bradley Cooper y Lady Gaga interpretando la canción «Shallow», tema oficial de «Ha nacido una estrella».
Muchos aseguran, que el encuentro entre ambos, fue uno de los momentos más memorables de la 91ª edición y aunque pudiese parecer que parte de la puesta en escena, como el acercamiento del actor al piano junto a la estrella del pop, fuese improvisada, en realidad no fue así.
Rob Mills, vicepresidente de series, especiales y programación nocturna del canal ABC, ha sido el encargado de desvelar a la revista Variety más detalles sobre la tan aclamada actuación y de cómo Gaga y Cooper tenían muy claro desde el principio lo que estaban dispuestos a hacer para recrear el mismo clímax que el de la cinta Ha nacido una estrella.
«Bradley y Gaga, realmente tenían esta idea en la cabeza de cómo querían que fuera. Y los productores realmente trabajaron paso a paso con ellos para hacer que lo que estaban imaginando fuera una realidad… esto fue mantenerse fieles al espíritu de la película también. Realmente querían encarnar todo lo que los personajes de la película representaban en este número de tres minutos»
Todo estaba premeditado y nada se dejó al azar. Desde el momento en el que él se une a la cantante en el piano después de los coros, así como el enfoque de las cámara para que el público estuviera detrás de la pareja mientras cantaban. El hecho de que el actor también se encarga de la dirección del ‘remake’ ha sido un punto a favor para poder construir ese ambiente y teletransportar al público a uno de los momentos más conmovedores del largo.