La actriz Adèle Haenel de Retrato de una mujer en llamas, llamó la atención al salir del recinto de los Premios César cuando Roman Polanski ganó como Mejor director.
“Bravo la pedofilia”, fue lo dijo Adèle Haenel mientras abandonaba el lugar. Detrás de ella salieron otras más, entre ellas su pareja, la directora Céline Sciamma.
Pese a la ausencia del director, la nominación récord de su largometraje El oficial y El Espía optaba a 12 estatuillas. La alfombra roja estuvo rodeada por cientos de feministas que protestaban contra el realizador Roman Polanski.
En una entrevista para el diario The New York Times, Haenel dijo que “reconocer a Polanski es escupirle en la cara a todas las víctimas. Es decir que violar a las mujeres no es tan malo”.
Sobre la pregunta si le preocupa que sus declaraciones afecten su trayectoria, respondió: es muy pronto para saberlo, pero realmente no importa si daña mi carrera. Creo que hice algo bueno para el mundo, algo que me hace sentir íntegra.
Se oyeron abucheos en el patio de butacas. Y al momento, al menos una decena de actrices se levantó y abandonó la sala, lideradas por Adèle Haenel, la primera en alzarse. Al grito de «¡Qué vergüenza!» y con gestos airados, la intérprete dejó la gala.
En el año 2013, Samantha Geimer acusó a Polanski de abuso sexual. En noviembre de 2019, la francesa Haenel acusó al cineasta Christophe Ruggia de acoso sexual cuando tenía 12 años.
