Paul Schrader, que coescribió «Toro salvaje» de Martin Scorsese, discrepa de su antiguo colaborador sobre si las películas de Marvel son cine. Schrader tiene créditos como guionista en algunas de las obras más aclamadas de Scorsese, como Taxi Driver, Bringing Out the Dead y La última tentación de Cristo. También es un impresionante director por derecho propio. A pesar de este currículum, Schrader obtuvo su primera nominación al Oscar por First Reformed, de 2017, que escribió y dirigió. Su última película, The Card Counter, protagonizada por Oscar Isaac, se estrena el 10 de septiembre.
La problemática historia de Scorsese con el Universo Cinematográfico de Marvel se remonta a 2019, cuando afirmó en una entrevista que las películas de Marvel no eran cine de verdad para él, comparándolas en cambio con las atracciones de un parque temático. Los comentarios de Scorsese hicieron arder internet, lo que le llevó a escribir un artículo de opinión en el New York Times aclarando su postura y a que otros cineastas compartieran sus propias opiniones. Frances Ford Coppola, por ejemplo, se mostró de acuerdo con él, mientras que el director de Guardianes de la Galaxia, James Gunn, tachó recientemente de cínicos los comentarios de Scorsese y sugirió que eran una forma de atraer a la prensa. Con nuevas personas echando leña al fuego periódicamente, parece poco probable que el debate entre Scorsese y el UCM termine pronto, por muy delgada que sea la disputa en primer lugar.
Ahora, Schrader, en una entrevista con GQ, es el último en ofrecer su opinión. Cuando se le pregunta a bocajarro si comparte la opinión de Scorsese, el guionista de Toro Salvaje dice que no, que las películas de Marvel son cine. Pero también, según él, lo es Keyboard Cat:
«No, son cine. También lo es ese video de gatos en YouTube, es cine. Es un poco sorprendente que lo que considerábamos un entretenimiento adolescente, los cómics para adolescentes, se haya convertido en el género dominante económicamente. Cada generación se informa, y se informa por la literatura, o se informa por el teatro, o se informa por la televisión en directo, o se informa por la escuela de cine. Ahora tenemos una generación que ha sido informada por los videojuegos y el manga. No es que los cineastas hayan cambiado, es que el público ha cambiado. Y cuando el público no quiere películas serias, es muy, muy difícil hacer una. Cuando lo hacen, cuando te preguntan: «¿Qué debo pensar sobre la liberación de la mujer, los derechos de los homosexuales, las situaciones raciales, la desigualdad económica?» y el público está interesado en escuchar esos temas, entonces puedes hacer esas películas. Y lo hemos hecho. Especialmente en los años 50, 60 y 70, hacíamos una o dos por semana sobre temas sociales. Y tenían éxito financiero porque el público las quería. Luego algo cambió en la cultura, el centro se retiró. Esas películas se siguen haciendo, pero ya no están en el centro de la conversación.»
Schrader continúa su argumento de Marvel explicando que este centro que sostenía el cine a mediados del siglo XX ha desaparecido «en todos los ámbitos» de la cultura actual, haciendo que «la gente se retire a la periferia». Sugiere que los individuos han formado sus propios mundos, como el «mundo Comic-Con» o uno basado en cualquier otra forma de interés o fandom, y «es muy difícil volver a reunir a esa gente». En otras palabras, las películas sobre temas sociales que se dirigen a un público masivo son más difíciles de hacer hoy en día porque el público está tan informado por la subcultura de su propio nicho que apenas hay un centro compartido al que los cineastas puedan dirigirse.
A pesar de salir oficialmente a favor de las películas de Marvel, parece poco probable que los fans del MCU añadan los comentarios de Schrader a la columna de victorias. Scorsese posicionó las películas de superhéroes en contra del cine como arte porque cree que esas películas todavía existen y quiere defenderlas. Schrader admite que son cine como una forma de lamentar el estado actual de las cosas, argumentando que las películas serias como Toro Salvaje no es probable que vuelvan nunca a la corriente principal. Los dos directores discrepan, pues, en cuanto a las películas de Marvel, pero no de la manera que los del «mundo de la Comic-Con» podrían haber esperado.