Silvio Berlusconi, magnate de los medios de comunicación y ex primer ministro italiano, muere a los 86 años

Saltó a los titulares como accionista mayoritario del conglomerado mediático Mediaset, pero también por escándalos sexuales y acusaciones de corrupción. 2 min


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El extravagante y controvertido magnate italiano de los medios de comunicación y ex Primer Ministro Silvio Berlusconi, que acaparó titulares por igual con su imperio mediático, los escándalos de sus fiestas sexuales y las acusaciones de corrupción, ha fallecido a los 86 años. Los medios de comunicación italianos y la BBC se hicieron eco de la noticia el lunes.

Los medios locales informaron de que había fallecido en el Hospital San Raffaele de Milán. Berlusconi había ingresado en el hospital el viernes para recibir tratamiento contra una leucemia crónica, según Associated Press.

El magnate, divorciado en dos ocasiones, conocido por su bronceado perpetuo y sus novias a menudo mucho más jóvenes, se hizo un nombre como una de las personas más ricas del país y como accionista mayoritario de Mediaset, la mayor empresa de medios de comunicación de Italia, propietaria de tres de las principales cadenas de televisión privadas. Considerado por los críticos como una versión italiana de Rupert Murdoch y otros titanes de los medios de comunicación, Berlusconi fue atacado regularmente por su dominio del panorama mediático italiano.

El extravagante y controvertido magnate italiano de los medios de comunicación y ex Primer Ministro Silvio Berlusconi, que acaparó titulares por igual con su imperio mediático, los escándalos de sus fiestas sexuales y las acusaciones de corrupción, ha fallecido a los 86 años. Los medios de comunicación italianos y la BBC se hicieron eco de la noticia el lunes.

Los medios locales informaron de que había fallecido en el Hospital San Raffaele de Milán. Berlusconi había ingresado en el hospital el viernes para recibir tratamiento contra una leucemia crónica, según Associated Press.

El magnate, divorciado en dos ocasiones, conocido por su bronceado perpetuo y sus novias a menudo mucho más jóvenes, se hizo un nombre como una de las personas más ricas del país y como accionista mayoritario de Mediaset, la mayor empresa de medios de comunicación de Italia, propietaria de tres de las principales cadenas de televisión privadas. Considerado por los críticos como una versión italiana de Rupert Murdoch y otros titanes de los medios de comunicación, Berlusconi fue atacado regularmente por su dominio del panorama mediático italiano.

En 2009, su partido se fusionó en El Pueblo de la Libertad, el nuevo vehículo político de Berlusconi. En 2013, Berlusconi fundó una nueva Forza Italia. El magnate perdió apoyo y popularidad entre los votantes en medio de los problemas legales de sus negocios mediáticos y Tras ser condenado por fraude fiscal en 2013, tuvo que renunciar a su escaño en el Senado. Pero luego trabajó en el Parlamento Europeo y en 2022, como socio menor de una coalición liderada por la Primera Ministra Giorgia Meloni, volvió al Parlamento italiano como senador, cargo que ocupó hasta su muerte.

Berlusconi, que tenía fama de amigo del Presidente ruso Vladimir Putin, causó gran polémica cuando culpó al Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky de la invasión rusa de febrero de 2022, a pesar del apoyo de Meloni a Ucrania.

El magnate tuvo varios problemas de salud a lo largo de los años. En abril, Berlusconi fue tratado de una infección pulmonar relacionada con su leucemia crónica. En 2020, pasó un tiempo en un hospital tras contraer COVID-19. En 1997, Berlusconi luchó con éxito contra el cáncer de próstata, incluso mediante cirugía. En 2006, se sometió a pruebas cardíacas tras desmayarse durante un discurso. Pocas semanas después se le implantó un marcapasos en un hospital estadounidense. También ha sido operado del intestino en el pasado.

Nacido en 1936 en Milán, hijo de un empleado de banca y una ama de casa, Berlusconi pronto utilizó su talento como showman, ganando dinero cantando en fiestas y cruceros.

Siempre fue un orgulloso showman y animador. En 2005, por ejemplo, declaró a la prensa que utilizó sus encantos para convencer a la entonces Presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, de que renunciara a que su país albergara la nueva Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria: «Tuve que utilizar todas mis tácticas de playboy».


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