El próximo 5 de mayo de 2025 se inicia en Nueva York uno de los juicios más mediáticos y polémicos del mundo del entretenimiento: Sean «Diddy» Combs, reconocido rapero y productor musical, será juzgado por cargos federales de tráfico sexual, transporte con fines de prostitución y crimen organizado, en un proceso que promete revelar oscuros episodios de la industria musical estadounidense.
En medio de esta tormenta legal, ha resurgido un capítulo del pasado que podría involucrar a Jennifer Lopez, ex pareja de Combs. Se trata del tiroteo ocurrido el 27 de diciembre de 1999 en el Club New York, cuando ambos mantenían una relación sentimental.
Esa noche, tres personas resultaron heridas, incluido Natania Reuben, quien recibió un disparo en el rostro y recientemente se mostró dispuesta a colaborar con la justicia incluso con una intervención quirúrgica para extraer fragmentos de bala, según la información publicada por Infobae.
Aunque J.Lo no fue acusada en ese momento, su presencia y la decisión de huir junto a Combs tras el incidente podrían situarla en el centro de la investigación, ya que la Fiscalía busca presentar este evento como parte del patrón de conducta violenta del rapero.
Además, han reaparecido imágenes de una acalorada discusión entre Lopez y Combs en un club en el año 2000, la misma noche en que Combs fue acusado de abuso sexual contra una menor, lo que podría complicar aún más la situación para ambos.
El juicio, que se realizará en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, ha generado gran expectación por la magnitud de las acusaciones y la cantidad de pruebas audiovisuales, testimonios y mensajes que se han presentado. Combs, detenido desde septiembre de 2024 y declarado no culpable, enfrenta cinco cargos penales y permanece en custodia sin derecho a fianza.
La defensa solicitó un aplazamiento de dos meses para preparar mejor su estrategia, alegando retrasos en la entrega de pruebas por parte de la Fiscalía, pero el juez Arun Subramanian rechazó la petición y confirmó la fecha de inicio del juicio.
La posible citación de Jennifer Lopez como testigo obligaría a la cantante y actriz a revivir públicamente uno de los episodios más turbulentos de su vida personal y profesional, en un proceso que podría tener repercusiones significativas para ambas figuras del entretenimiento.