En el universo de Winibey López, lo femenino no se representa desde la delicadeza, sino desde la intensidad. Sus figuras son grandes, sus gestos teatrales, sus proporciones deliberadamente exageradas.
Lo íntimo se convierte en espectáculo y lo personal se transforma en símbolo colectivo. Esa apuesta estética, que desafía la corrección y celebra la imperfección, ha definido una carrera de tres décadas donde el exceso no es exceso, sino identidad.
Evolución artística
Desde su primera exposición individual en Caracas en 1995, López ha construido un lenguaje pictórico único que mezcla expresionismo, moda, fotografía clásica y cultura pop. Lejos de la exactitud anatómica, su objetivo ha sido siempre otro: transmitir una verdad emocional. En su obra, los personajes no son retratos, son espejos.
Su trabajo ha recorrido Venezuela, Estados Unidos, Reino Unido y España. En la Affordable Art Fair de Battersea (Londres), una de sus piezas fue reconocida en el blog oficial del evento, señal de que su propuesta visual, marcada por la saturación y el dramatismo, trasciende fronteras.
Miami como plataforma
Ahora desde Miami, López ha encontrado en esta ciudad un escenario propicio para consolidar y expandir su trayectoria. Actualmente exhibe en PxP Contemporary, una plataforma digital fundada por Alicia Puig y Ekaterina Popova que redefine la manera de conectar a artistas con coleccionistas a través de un modelo accesible e innovador.
Paralelamente, participa en una muestra colectiva en el Hotel Intercontinental de Doral, organizada por White’s Art Gallery bajo la curaduría de Jeniree Blanco. Este espacio, dedicado al arte latinoamericano contemporáneo, ha convocado además a López para integrar el jurado de la 5ª edición de los Premios Frida Kahlo en 2026, un rol que la coloca en una posición de liderazgo dentro del ecosistema cultural de la ciudad.
Más allá del lienzo: el arte como herramienta de transformación
El alcance de López no se limita a la pintura. En España, se formó en arteterapia, disciplina que combina creación y desarrollo humano. Esta faceta le ha permitido trabajar con comunidades diversas —niños, jóvenes y adultos—, explorando cómo el arte funciona como catalizador de resiliencia y expresión emocional.
Una marca personal definida
López ha construido una identidad artística clara y reconocible: determinada, femenina y espiritual. Sus obras se destacan no por suavizar lo real, sino por intensificarlo, dolor y brillo a la vez.
López no solo ha logrado permanencia, sino relevancia. Su combinación de obra pictórica, presencia internacional y compromiso con la comunidad la consolidan como una voz femenina con impacto dentro del arte latinoamericano contemporáneo. Su propuesta estética, basada en la exageración y la emoción, es también una estrategia de diferenciación que le ha permitido abrirse camino en un circuito competitivo y global.