La astucia cinematográfica vuelve a dar un golpe de autoridad con “Good Boy”, del realizador estadounidense Ben Leonberg, que llega a las salas venezolanas este jueves 6 de noviembre. Con un costo de producción de apenas 750 mil dólares y una recaudación que supera los 7 millones, la cinta confirma que el ingenio —más que el presupuesto— puede dictar el éxito de una película de terror.
La historia se centra en un perro de raza Nova Scotia Duck Tolling Retriever llamado Indy (la mascota real del director), que se muda junto a su amo Todd a una casa abandonada. Allí, entre la soledad, la rehabilitación de Todd y las presencias sobrenaturales, el animal se convierte en testigo y héroe de una lucha contra lo inexplicable. Esa perspectiva canina, tratada con sutileza emocional y técnica cinematográfica precisa, ha sido la gran sorpresa del filme.
De acuerdo con el portal Box Office Mojo, la película ha superado los 7 millones de dólares en recaudación. Además, “Good Boy” registra un sólido 73 sobre 100 en Metacritic y un 89% de críticas positivas en Rotten Tomatoes. Esta recepción la ubica entre las producciones independientes más exitosas del año, logrando conectar con audiencias que aplauden su frescura dentro del género.
El secreto, según críticos especializados, radica en su enfoque emocional y en la atmósfera creada por Leonberg, quien también asumió la dirección de fotografía. El realizador —formado en la Universidad de Columbia y docente en la Estatal de Montana— combina aquí lo espiritual con lo aterrador, en un relato sobre lealtad, miedo y redención.
Detrás de las sombras de una casa embrujada, “Good Boy” da una lección: el terror más puro no necesita gritar para estremecer.