Uno de los espectáculos más grandes de América y una de las mejores expresiones de la cultura carioca, los carnavales de Rio de Janeiro, Brasil, tiñeron de música y color al país sudamericano.
Las estrellas fueron las carrozas o blocos, y su broche de oro el desfile de las Escuelas de Samba que se lleva a cabo en el Sambódromo de Sao Paulo.
Si bien el carnaval es una fiesta que se celebra en muchos países del mundo, el de Río de Janeiro convierte a la ciudad en una enorme fiesta de música y colores que atrae a turistas de todo el mundo.
Durante cuatro días, las celebraciones invaden las calles con fiestas callejeras, desfiles, bailes y conciertos. Como en sus orígenes durante la edad media, en el carnaval de Río se caen todas las jerarquías y estructuras: las diferencias sociales, culturales o raciales desparecen en el asfalto brasileño y todos bailan al ritmo de la samba.
Esta vez las presentaciones tuvieron interesantes relatos con tributos a diferentes países y escuelas como “Águias de Ouro”, honraron la historia de de Brasil recordando la colonización.