A los Warren los acusaron de «fraudes y estafadores» tras el caso de «El Conjuro 3»

algunos periodistas investigaron los casos del matrimonio 2 min


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Obligado por el demonio o el diablo me obligó a hacerlo, es la tercera entrega la franquicia «El Conjuro«, la cuál comenta, uno de los episodios más polémicos de los demonólogos Ed y Lorraine Warren. La película es dirigida por Michael Chaves, quién no es ajeno a esta franquicia de películas de terror, pues ya había dirigido «La Maldición de la Llora», proyecto que forma parte del universo de películas de Universal Pictures.

Aunque en la franquicia cinematográfica los Warren son una eminencia en su campo -y también lo fueron en la vida real-, la pareja también tuvo que enfrentarse a ciertas controversias con algunas de sus investigaciones.

Después de que los Warren reales colaboraran en el caso de Arne Cheyenne Johnson, un joven que alegó que había cometido un crimen porque fue poseído por demonios, el matrimonio ganó popularidad por lo curioso y mediático de tema en los tribunales. Esto ocurrió en 1981. A lo largo de la década de los años 80 y 90, como destaca Screen Rant, los Warren siguieron investigando otros casos y publicando libros. No obstante, el escepticismo no estuvo exento de sus vidas.

Tras los eventos que narra Obligado por el demonio, Ade que las pruebas que aportaban los Warren no probaban nada. Incluso algunos llegaron a describirlos como un fraude y como unos estafadores y afirmaban que su único objetivo era sacar dinero a la gente. No ayudó tampoco que los implicados en el caso de Amityville admitieran haberlo inventado todo. El de la familia Snedeker, por otro lado, estaba lleno de historias contradictorias.

El caso de Amityville es uno de los más conocidos de los Warren. Un matrimonio de Nueva York, George y Kathy Lutz, afirmó en 1976 que su casa estaba encantada. En ese lugar, Ronald DeFeo asesinó a seis miembros de su familia en 1974 y dijo que lo hizo porque unas voces le obligaron. En cuanto a la familia Snedeker, el caso ocurrió en 1986. Los Warren afirmaron que su casa estaba infestada de demonios.

En 1997, el neurólogo Steve Novella y el ‘podcaster’ Perry DeAngelis investigaron a los Warren y reconocieron que eran personas agradables, pero también que eran «en el mejor de los casos, grandes contadores de historias de fantasmas» y «en el peor de los casos, un fraude peligroso».

«Si ella me dijera que el sol saldrá mañana por la mañana, buscaría una segunda opinión». Esta frase sobre Lorraine Warren pertenece a Ray Garton, un autor de género de terror que investigó el caso Snedeker. Lorraine, como sabrás, afirmaba ser clarividente y médium. Ed, por su parte, era un demonólogo que había aprendido todo lo relacionado con su profesión de forma autodidacta.


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