Hace apenas dos días que Jennifer López y Ben Affleck se daban el «sí quiero» en Las Vegas. Sin embargo, la pareja ya estaría planeando volver a pasar por el altar.
Según han revelado fuentes cercanas, Bennifer tendría ya todo listo para celebrar una segunda boda, esta vez junto a su familia y amigos más cercanos.
Una celebración por todo lo alto con la que la pareja viajará 20 años atrás al tratarse de la boda que ambos planearon en 2004 y que nunca llevaron a cabo.
El portal de noticias TMZ anuncia en exclusiva que Jennifer López y Ben Affleck se volverán a casar a finales del mes de agosto.
Según cuentan fuentes cercanas al medio, la pareja llevaría meses planificando su boda y habría retomado la idea de ceremonia que ambos tuvieron en 2004 cuando se comprometieron por primera vez.
Así, la pareja celebrará una multitudinaria ceremonia en la propiedad que Ben Affleck tiene en Savannah, Georgia.
Una finca de 35 hectáreas y valorada en ocho millones de dólares en la que el actor cuenta con una casa principal de 900 metros cuadrados, y otra vivienda más pequeña de unos 500 metros cuadrados.
La publicación asegura que hace unos días Bennifer habría viajado hasta la propiedad acompañada de una wedding planner para empezar con los preparativos.
La fiesta tendría lugar a finales del mes de agosto y a ella acudirían familiares, amigos y celebrities cercanas a la pareja. Un despliegue de invitados que Bennifer quiere proteger, por lo que estarían dedicando un gran esfuerzo en todo lo relativo a la seguridad.
Y es que cuando en 2004 la pareja quiso casarse en esta propiedad, guardaron con gran hermetismo su ubicación, aunque ésta fue revelada después de que cancelaran la boda en el último momento, según dijeron, por la presión mediática a la que estaban sometidos.
Ahora la pareja retoma su plan inicial, aunque ya convertidos en marido y mujer.
Y es que esta vez Bennifer ha preferido evitar la presión de la prensa dándose por sorpresa el «sí quiero» en una capilla de Las Vegas, únicamente acompañados de sus hijos. Una ceremonia íntima, inesperada y divertida que ellos mismos han querido compartir.