Sean “Diddy” Combs enfrenta un juicio federal en Manhattan por cargos graves que incluyen tráfico sexual, asociación ilícita, abuso y otros delitos relacionados con la explotación sexual.
En medio de este proceso, su defensa ha diseñado una estrategia basada en presentar el estilo de vida del artista como parte de una práctica consensuada conocida como “swinger” o intercambio de parejas.
Defensa basada en el estilo de vida swinger
Marc Agnifilo, abogado de Combs, argumentó durante una audiencia preliminar que su cliente participaba en un estilo de vida swinger, que considera “apropiado” y “tan común” en ciertos círculos sociales.
Según Agnifilo, la conducta de Combs, que incluye tener múltiples parejas y contratar servicios de escorts, no debe interpretarse como un delito sino como una elección personal dentro de una subcultura sexual consensuada. Esta defensa busca desligar a Combs de la acusación de coerción y tráfico sexual, sugiriendo que las relaciones fueron siempre consentidas.
Sin embargo, el juez Arun Subramanian permitió que se utilicen en el juicio pruebas contundentes en contra del rapero, como un video que muestra a Combs agrediendo físicamente a su exnovia, la cantante Cassie Ventura, en un hotel en Los Ángeles en 2016.
La defensa intentó excluir esta evidencia alegando manipulación del material audiovisual, pero el juez desestimó esos argumentos y autorizó su presentación.
Cargos y proceso judicial
El caso contra Combs es uno de los más relevantes en la industria musical estadounidense y abarca denuncias que van desde tráfico sexual hasta delitos como narcotráfico, secuestro y trabajo forzado. Los fiscales lo describen como el líder de una “empresa criminal” que abusó física, emocional y sexualmente de múltiples mujeres durante años. Además, se espera que se presenten testimonios y evidencia médica relacionada con los abusos alegados, lo que podría fortalecer la acusación.
Combs, de 55 años, se declaró inocente de todos los cargos y rechazó un acuerdo previo al juicio. La selección del jurado está programada para el 5 de mayo de 2025, y se anticipa que el proceso judicial será largo y complejo, con un impacto significativo en la carrera y la imagen pública del artista.
La defensa de Sean “Diddy” Combs apuesta a normalizar su conducta sexual bajo la figura del estilo de vida swinger para evitar la condena por violación y tráfico sexual. Sin embargo, la inclusión de pruebas audiovisuales y testimonios contundentes pone en riesgo esta estrategia, en un juicio que promete ser uno de los más mediáticos y trascendentales del mundo del entretenimiento.