Protagonista «Malcolm in the Middle» no recuerda algunos capítulos de la serie por esta extraña condición

Muniz pasó 6 años en la serie con muchos momentos memorables que ya viven en el imaginario colectivo.1 min


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Frankie Muniz, mejor conocido como «Malcolm» el de en medio, ya tiene 31 años de edad, pero a causa de muchos mini-infartos cerebrales sufridos, ha perdido la memoria de muchas de las escenas en la serie que lo hizo famoso.

Muniz es conocido por ser el personaje principal de la serie Malcolm in the Middle, un niño súper-inteligente que era el jamón del sandwich entre otros dos hermanos no tan inteligentes como él, con un padre cariñoso pero irresponsable y una madre dominante.

Muniz pasó 6 años en la serie con muchos momentos memorables que ya viven en el imaginario colectivo. Además de sus actuaciones Muniz es músico en una banda de rock y es corredor de autos. Tristemente no puede recordar mucho de lo que hizo en la serie.

La razón de que solamente recuerde en pequeños lapsos es una serie de mini-infartos que lo han atormentado por años. Esta enfermedad llamada ictus consiste en que hay poco flujo sanguíneo al cerebro en determinado momento.

«Me entristece un poco», dijo en un programa de televisión. «Las cosas a veces regresan a mi memoria, cosas que debería poder recordar».

Luego de aparecer en televisión, se convirtió en piloto de carreras en 2006, ahí sufrió muchos golpes que lo dejaron inconsciente y también terminó con varios huesos rotos.

Durante una lesión seria empezó a tocar en el grupo de rock Kingsfoil del que también es el representante.

«Desde 2006 me he roto 38 huesos», dijo a People.com este año. Sin embargo, en tanto que los muchos accidentes explican las contusiones, la causa de los mini-infartos no es clara. Afortunadamente, a diferencia de un infarto completo, estos no tienen efecto mayor que obligarlo a reducir su ritmo de vida hasta que pasen los mareos.

Los mini-infartos pueden afectar temporalmente la visión, causar parálisis, pérdida o trastorno del habla y confusión mental. Al parecer no hay cura excepto por cambiar los hábitos de vida, ejercicio, no fumar y comer saludable.

Con información de LGV


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