El desenlace de Vengadores ya casi todo el mundo lo sabe, los héroes más poderosos del planeta se han enfrentado una vez más a Thanos y a pesar de enfrentarse a varios obstáculos logran su cometido.
Como ya se sabía, es el final de los miembros del equipo original. Cada uno de ellos tiene su momento de despedida, pero hay uno que pesa sobre el resto: la muerte de Tony Stark. Aunque los fanáticos todavía tienen que asimilar que ya no verán más al personaje de Robert Downey Jr., los guionistas han convertido su muerte en todo un homenaje al sacrificarse por salvar la humanidad.
Después de este momento, todos sus seres queridos se reúnen en casa de los Stark para el funeral. Tras ver las palabras que Iron Man había dejado a su familia, todos se dirigen al lago para darle el último adiós. En esta escena vemos a todo el Universo Cinematográfico de Marvel reunido -como había ‘spoileado’ sin querer Gwyneth Paltrow- y en cierto momento aparece un chico que no todo el mundo ha sabido reconocer.
Delante de los miembros de S.H.I.E.L.D. vemos a Harley Keener (Ty Simpkins), el niño que ayuda a Tony Stark en Iron Man 3. Después de que el millonario entre en el garaje de su casa, el niño le enseña un lugar donde había habido una explosión y el causante de la misma, Chad Davis. Cuando Tony está muy nervioso, es Keener quien le da la clave a Tony para que se calme y continúe inventando artefactos. Habiendo terminado la batalla, Stark le regala a Keener todo un equipamiento tecnológico y parece que se han mantenido en contacto todos estos años.
Por eso Keener está en el funeral de su maestro. Es posible que no le hayas reconocido porque en la tercera entrega de Iron Man tenía 12 años y ahora ya casi es un adulto de 17 años.