Guillermo del Toro expresa su deseo de ser más extraño en su adaptación cinematográfica de la novela de ciencia ficción de H.P. Lovecraft, «At the Mountains of Madness».
Lovecraft escribió la novela en 1931 para Weird Tales, aunque fue rechazada debido a su gran extensión y permaneció inédita durante cinco años hasta que se publicó en formato de serie en tres ediciones de Astounding Stories en 1936. La trama gira en torno a un grupo de exploradores que se embarcan en una peligrosa expedición a la Antártida en 1930, donde descubren una antigua civilización más antigua que la raza humana y llegan a comprender el pasado de la Tierra contado a través de varias esculturas y murales.
Aunque no era la primera vez que escribía sobre estos seres, En las montañas de la locura marcaría la exploración más profunda de Lovecraft sobre los shoggoth sin forma, uno de los muchos seres ancianos que se repiten a lo largo del Cthulhu Mythos del autor. Del Toro comenzó a desarrollar una adaptación de la novela en 2006 con el coguionista Matthew Robbins, con el que trabajó en Mimic, aunque tuvo problemas para que Warner Bros. se sumara al proyecto. Desde entonces, Del Toro ha intentado en múltiples ocasiones sacar adelante At the Mountains of Madness, y aunque ha pasado casi una década desde la última vez que se supo del desarrollo, parece que el cineasta no está dispuesto a abandonar el proyecto.
Del Toro se reunió recientemente con el podcast de The Kingscast para hablar de IT, durante el cual la conversación giró en torno a la adaptación cinematográfica de Las montañas de la locura que el cineasta lleva tiempo sugiriendo. El ganador del Oscar reveló que no ha renunciado a dar vida al proyecto y que su actual obstáculo es la necesidad de volver a escribir el guión y llevarlo en «una dirección más extraña». Mira lo que compartió del Toro a continuación:
«El asunto con Mountains es que el guión que coescribí hace quince años no es el guión que haría ahora, así que necesito reescribirlo. No sólo para reducirlo de alguna manera, sino porque en aquel entonces intentaba unir la escala del mismo con elementos que lo hicieran pasar por la maquinaria del estudio. Creo que ya no necesito conciliar eso. Puedo ir a una versión mucho más esotérica, más rara, más pequeña. Ya sabes, donde puedo volver a algunas de las escenas que se quedaron fuera.
Algunas de las grandes piezas de set que diseñé, por ejemplo, no me apetecen. Como, ya he hecho esta o aquella pieza de set gigante. Tengo ganas de ir en una dirección más extraña. Sé que algunas cosas se mantendrán. Sé que el final que tenemos es uno de los más intrigantes, extraños, inquietantes finales, para mí. Hay unas cuatro piezas de terror que me encantan en el guión original. Así que, ya sabes, sería mi esperanza. Ciertamente recibo una llamada cada seis meses de Don Murphy diciendo «¿Vamos a hacer esto o qué? ¿Vas a hacer esto después o qué?’ y yo digo ‘Tengo que tomarme el tiempo para reescribirlo'».
Lo más cerca que estuvo del Toro de sacar adelante «En las montañas de la locura» fue hace una década, cuando James Cameron firmó para producir el proyecto y Tom Cruise se puso al frente del reparto. Sin embargo, la insistencia del cineasta en que la película se ciñera a la clasificación R en lugar de a la clasificación PG-13, hizo que los estudios Universal acabaran echando atrás el proyecto. Mientras que los comentarios de del Toro de hace unos años indicaban su voluntad de optar por la calificación ligera, pueden haber decepcionado a aquellos que deseaban ver una adaptación sin restricciones de la novela de Lovecraft, su nueva discusión parece ser un término medio entre las dos partes.
Es interesante observar que la reflexión de del Toro sobre la película At the Mountains of Madness apunta a que su trabajo en la adaptación influyó mucho en sus otros trabajos, concretamente en su deseo de ir en una «dirección más extraña». Aunque del Toro es generalmente conocido por su mezcla de cuentos de hadas y de terror, algunos de sus proyectos recientes le han llevado a explorar territorios más extraños fuera de las convenciones típicas del género, siendo su oscarizada La forma del agua la mayor prueba de sus sensibilidades más extrañas y del potencial que esa dirección podría aportar a En las montañas de la locura. Con «El callejón de las pesadillas» y «Pinocho», sólo cabe esperar que del Toro se dedique a reescribir lo que considere necesario para sacar adelante el proyecto.