Daniel Craig dice que está satisfecho con la forma en que terminó su mandato de Bond en «No Time to Die». La quinta vez que Craig se puso en la piel de James Bond resultó ser trascendental, ya que la larga franquicia dio el paso sin precedentes de matar a Bond en el explosivo final de la película.
Por supuesto, Craig se puso por primera vez el esmoquin de James Bond en el éxito de 2006 que revivió la serie, Casino Royale. Sin embargo, la serie tuvo sus altibajos después de eso, alcanzando un discutible punto bajo con Quantum of Solace antes de recuperarse con Skyfall. Sin embargo, el éxito en la taquilla ha sido una constante durante el mandato de Craig, como lo demuestra Spectre, de 2015, que recaudó 880 millones de dólares a pesar de no tener buenas críticas. Sin embargo, todo lo bueno tiene que llegar a su fin, por lo que Craig optó por alejarse finalmente de Bond después de No Time To Die.
Está claro que Eon y compañía querían dar a Craig una gran despedida y, sin duda, consiguieron que fuera memorable cuando decidieron enviar a su Bond a la puesta de sol haciéndolo explotar literalmente en las últimas escenas de la película. En cuanto al propio Craig, recientemente habló con el podcast No Time to Die: The Official James Bond Podcast sobre la forma en que su personaje terminó y dijo que su última película de Bond fue «realmente muy, muy satisfactoria». Explicó (vía NME): «Hubo un montón de ideas diferentes que fueron y vinieron y algunas de ellas se mantuvieron. El hilo conductor es la familia [y] el amor, además del hecho de que teníamos un final, así que se trataba de colgar la película de eso».
El tema de la familia en No Time to Die se introdujo, por supuesto, con la revelación de que Bond tiene una hija de su antigua amante Madeleine Swann (Lea Seydoux). Obviamente, esto elevó los intereses del personaje a lo largo de la película, ya que no sólo se encontró luchando contra los habituales tipos malos, sino también tratando de proteger a su familia del villano principal de la película, Safin (Rami Malek). Puede que algunos fans no hayan apreciado este elemento extra, ya que se aleja de la fórmula estándar de Bond, en la que 007 sólo se preocupa de derrotar a sus enemigos mientras se divierte un poco por el camino y no tiene ninguna conexión personal con otros personajes que complique las cosas. Pero Craig pensó claramente que la película necesitaba que Bond forjara estos vínculos más profundos y tuviera algo más inmediato por lo que luchar que la idea un tanto abstracta de salvar el mundo. Y, francamente, las últimas películas de Bond ya se han inclinado por esta idea, con Bond teniendo relaciones más profundas con personajes como Vesper Lynd, mientras que también tiene conexiones más personales con villanos como Blofeld.
Independientemente de si uno está de acuerdo con la decisión de dar a Bond una familia en Sin tiempo para morir, no hay duda de que la película tiene más fuerza emocional que la media de las películas de Bond, y el explosivo clímax fue un desarrollo realmente impresionante que dejó la película con una mayor resonancia que la mayoría de las aventuras de Bond. Ahora el reto para Eon es reemplazar a Craig y hacer avanzar la serie Bond después de cerrar toda una era de forma tan memorable con No Time To Die.