Britney Spears protagonizó un incidente público en un restaurante, según indicaron medios internacionales como TMZ. La cantante acudió junto con su marido, con el que se casó el pasado mes de junio, al restaurante JOEY, en el Valle de San Fernando, en el norte de Los Ángeles. Todo iba bien entre Britney y Sam Asghari hasta que los comensales del establecimiento la identificaron y empezaron a grabarla con sus teléfonos móviles.
La cantante estalló en furia por estar en medio de todos los focos. Según algunos testigos presentes en el restaurante citados por TMZ, Britney empezó a gritar y a “decir incoherencias”. Los asistentes incluso llegan a calificar sus gestos como “maníacos”.
TMZ ha compartido un vídeo en el que se puede ver cómo la cantante habla con una persona mientras se da cuenta de que está siendo grabada. Para evitar que la cámara pueda enfocar su rostro utiliza la carta de comidas del local para taparse.
Su esposo, visiblemente enfadado, abandonó el local solo dejando a su mujer en la mesa con su guardaespaldas. Pocos minutos después, Britney y su seguridad privada también dejaron el local, aunque los testigos aseguran que el acompañante tuvo que volver al JOEY para pagar la cuenta de la cantante y de su esposo.