Las críticas de la esperada Don’t Worry Darling de Olivia Wilde no dejan de llover, y el consenso general es que la película no supera el drama sensacionalista que ha plagado las semanas previas a su estreno. Wilde hizo crecer su segundo largometraje como directora a partir de un guión escrito por los nietos de Dick Van Dyke, Carey y Shane Van Dyke; Wilde colaboró con la escritora de Booksmart, Katie Silberman para ampliarlo y convertirlo en No te preocupes, cariño. La película está protagonizada por Florence Pugh y Harry Styles, con Chris Pine, Gemma Chan y la propia Wilde incluidos en el reparto.
Ambientada en los años 50, el thriller psicológico sigue a Alice y Jack Chambers (Pugh y Styles), un matrimonio que vive en una utopía suburbana llamada Victory. Todas las casas son iguales, los hombres van a trabajar, las mujeres se quedan en casa, y todo gira en torno a la idea de que la conformidad es la clave para mantener el equilibrio. Pronto, Alice comienza a cuestionar si la supuesta perfección de Victory es todo lo que se supone que es, y una serie de descubrimientos inquietantes amenaza con destruir las vidas de la pareja y la propia comunidad.
Don’t Worry Darling se estrenó el lunes en la 79ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia tras una rueda de prensa con los protagonistas de la película, de la que Pugh estuvo notablemente ausente. Irónicamente, su interpretación es uno de los únicos aspectos de Don’t Worry Darling que está recibiendo elogios universales en las primeras reseñas de la película, y los críticos la consideran la más destacada. Muchos reconocen el ambicioso concepto de la película y la vibrante recreación de los años 50, pero están menos impresionados con la trama. Lea algunas citas seleccionadas de varios críticos a continuación:
David Rooney, THR
«El thriller psicológico de alto concepto y baja satisfacción marca una ambiciosa mejora en el alcance para Wilde desde la comedia de llegada a la edad de los personajes de Booksmart, y maneja los aspectos físicos del proyecto con seguridad. Es una lástima que todo el esfuerzo haya ido a parar a un guión sin gran parte de la desarmante frescura de aquel debut de 2019.»
Kate Erbland, IndieWire
«Don’t Worry Darling está tan claramente, tan obviamente no ambientada en una comunidad idílica de los años 50, que decir que la película contiene un giro no es en absoluto un giro. Es poco sincero, fácil, descarado, como la propia película, que empieza con fuerza antes de desmoronarse en decisiones narrativas desconcertantes que empeoran por las repugnantes intenciones que hay detrás».
Peter Bradshaw, The Guardian
«La película siente que tiene que evitar la razón obvia de la existencia de Victory y bajar a la madriguera en busca de otra cosa: así que cuando finalmente se acciona el interruptor para darnos el gran secreto, se siente absurdamente insignificante y artificioso, y los detalles no están pensados. Styles puede ser o no un actor de talento; no es fácil decirlo con esto, pero la normalmente excelente Pugh no ha sido dirigida de forma interesante, ciertamente no comparada con su trabajo en películas ampliamente comparables como Midsommar o The Falling.»
Helen O’Hara, Empire
«Queremos una confrontación que Alice nunca consigue, y una sensación de cierre que nunca llega. Puede que ese sea el objetivo de Wilde -al fin y al cabo, se trata de cuestiones confusas y fuerzas nebulosas que van más allá del individuo-, pero al final hay una sensación persistente de que algo queda sin decir y sin realizar.»
Owen Gleiberman, Variety
«Entre la ambición pop, los sabrosos visuales de ensueño y la presencia de Harry Styles en su primer papel protagonista, Don’t Worry Darling no debería tener problemas para encontrar público. Pero la película te lleva a un viaje que se vuelve progresivamente menos centelleante a medida que avanza».
Brian Truitt, USA Today
«Pugh, como ha hecho con Viuda Negra, Midsommar y otras, sigue haciendo mejor todo lo que hace, y, vaya si lo necesita aquí, ya que la trama se vuelve más enrevesada. La falta de química entre Pugh y Styles es otra desconexión – su dinámica con Pine, aunque antagónica, es mucho más efectiva y no se explora lo suficiente.»
Pete Hammond, Deadline
«En sus propios términos, Don’t Worry Darling es realmente bastante entretenida si estás de humor, incluso si el thriller psicológico recubierto de caramelo de Wilde no reescribe las reglas del género de manera significativa. A pesar de contar con un prestigioso espacio Fuera de Competición para su estreno mundial hoy en Venecia, se trata de una película comercial más que nada y la producción de New Line Cinema podría funcionar bien con el público.»
Tomris Laffly, The AV Club
«Pugh, por supuesto, está estupenda, aunque no sólo dirige la película, sino que la lleva. Pero incluso si la belleza de Don’t Worry Darling está diseñada intencionadamente para erizarte la piel, todo lo que tristemente llena tu cerebro cuando apartas la mirada es un vacío persistente: una película sin más peso que, bueno, un tráiler realmente bueno.»
La primera recepción de Don’t Worry Darling, es decepcionante, sobre todo teniendo en cuenta la agudeza y eficacia de Booksmart, el primer trabajo de Wilde como directora. También es difícil decir cuántas opiniones de la crítica han sido influenciadas por el drama de la prensa que ha rodeado la película, aunque muchas de estas reseñas comienzan con una nota del crítico que destaca su esfuerzo consciente por juzgar la película en sí misma al margen del caos entre bastidores. Lamentablemente, parece que ni siquiera ese enfoque pudo salvar la película para muchos críticos. Los problemas de Don’t Worry Darling van más allá del drama, por lo que es un esfuerzo muy desigual.