En el proceso de separación como miembros de la familia real británica, el príncipe Harry y su eposa Meghan Markle han decidido contraatacar luego de haber sido obligados a abandonar su marca Royal Sussex, por orden de la reina Isabel II.
En una declaración pública difundida el pasado viernes 21 de febrero, los duques de Sussex incluyeron un sutil mensaje que según una fuente de Buckingham, va dirigido a las hermanas Beatrice y Eugenie.
“Si bien existe un precedente para que otros miembros titulados de la familia real busquen empleo fuera de la institución, para los duques de Sussex se ha establecido un período de revisión de 12 meses. Según el acuerdo, entienden que están obligados a retirarse de sus deberes en representación de Su Majestad”, dicta el comunicado.
Las princesas Beatrice y Eugenia, hijas del príncipe Andrew y Sarah Ferguson, no se consideran miembros de la realiza de alto rango al no llevar tareas de tiempo completo al nombre de la reina. En contraparte, ambas tienen trabajos a tiempo completo fuera de la corona.
Por otro lado, medios ingleses aseguran que Markle se quejó porque la palabra Royal «ni siquiera debería ser un problema en primer lugar y no es como si quisieran estar en el negocio de vender camisetas y lápices».
«Meghan le dijo a su círculo íntimo que su éxito es inevitable con o sin su marca actual. Y que Harry y Archie tienen sangre real y nadie puede quitar eso. Y que, como familia, siempre serán considerados realeza», añadió una fuente en declaraciones para Daily Mail.